Perdámonos

Hoy tengo ganas de perderme... de perdernos
perdernos de miradas intuitivas, voces conocidas
donde no lleguen sus ecos que nos ensordecen
se pierdan las conversaciones que nos espesen
allá donde no exista lo típico y lo común
que desalienta

Perdámonos...
por arrabales, por suburbios
llena de gente con cara de indiferencia
por barrios extraños
calles sin luz ni sombra o viceversa
donde no exista la perplejidad ni el asombro
de gente que pasa y no piensa
solo nos miran por asomo
correr huyendo de la trascendencia
esta que nos consume

Perdámonos...
Y dejemos la conciencia en botellas
de bares o tabernas, bebámonos todo
perdamos el habla/hasta la vergüenza
de miradas desdichadas y palabras
al aire que no dicen nada
ni esperan alguna recompensa


Perdámonos del tiempo, de la noche
de nuestros nombres, nuestros cuerpos
con cicatrices y derrotas
batallas perdidas ahogadas en llanto
porque te aseguro que hoy mismo
en esta vida tan trunca y loca
nunca nadie habrá ganado mucho
por haber perdido tanto..





[Pequeño fragmento de una pelicula que vi, cuyo nombre no recuerdo.La rima es solo pura casualidad]

llamadas restringidas

Mis llamadas saben a anhelos
no tienen hora fija ni siquiera tiempo
se me congelan las razones
y se me hipotermia mi pecho
tanto como un junio caluroso
o un frió noviembre de invierno
y que mas da!, el tiempo o las veces
que sople el viento del desconcierto
si cuando salgo no quiero encontrarte
si cuando te busco, tampoco te encuentro.

Mis llamadas saben a recuerdos
a pasados mejores
afectos desenterrados
olvidados rencores
que antes ahogaban
aunque ahora mismo los implore
necesidad de esa amargura
buscando paz en quizás viejos reproches
lo siento, pero esta noche
ha volado una vez mas mi cordura
que siempre la suelo usar como sombrero
sopla nuevamente, otra vez el viento

Mis llamadas saben a egoísmo
a buscarte cuando quiera calor
a desecharte cuando me queme tanto
por eso guardo tu nombre en un mismo cajón
por eso lo desempolvo, sin preguntarte si quiera
si en la oscuridad ha llovido, hay niebla o espanto

Quizás no sirvan de nada mis llamadas
si no abrazan ni besan
pero hay adioses que pesan
y los rompa haciendo una
cada mes o cada jornada
tanto como si no te hago ninguna
pero me esté muriendo de ganas..

ausentemente

Me he pasado la mitad de la vida en aviones
en idas y venidas, venidas sin retorno
o retornos sin nostalgias que una vez existieron/desaparecieron.
Me pierdo entre bares y suburbios
sin paraguas para diluvios
entre copas de coñac barato
aunque mi presencia ya
en un sitio común y extraño
tenga un mal hedor a vino destilado de antaño
que empieza a molestar y cansarme
que al efímero olor de mi ausencia
que a nada sabe, ni huele.

a que hueles nostalgia?
para volver a verte
dime a que hueles?
para no perderte

como te perdía/desaparecias habitualmente.

Me he pasado la mitad de la vida en aviones
en idas y venidas o venidas sin retorno
aún que siempre me voy menos mortal de lo que vengo
ustedes estuvieron, yo no estuve
y me voy,vengo y no vengo, entre nubes
es todo lo que tengo...

temporal

Llegas como temporal a tierras aridas
sembrando la tempestad de tu bravura y fuerza innata.
Cayendo de bruces quedo, pensando como si nunca hubiese pensado.
¿De dónde vienes mujer atemporal?
si te conocì antes dime , ¿cuánto me tómo en recuperar el habla...?
si te conocì antes dime , ¿porqué no te encuentro palabras ?


Diego Cuéllar.

peso de la conciencia

Foto: Niña sudanesa rendida y moribunda por el hambre mientras un buitre espera acechando su muerte.

Kevin Carter fotógrafo y periodista en la que comenzó su carrera en las poblaciones negras de la periferia de África rodeadas de un anarquismo asesino demencial, nutridas por opositores negados a la democracia.
Su voluntad de plasmar imagenes e informar a la vez le llevaban a introducirse en pleno tiroteo o minutos después de la masacre. No era una tarea fácil realizar este trabajo y en la que era útil y necesario armarse de un blindaje o coraza emocional ya que no se puede responder a lo que uno ve, como un ser humano normal.La cámara le funciona como una barrera que protege del miedo, el horror y hasta de la compasión pero con el único fin, de dar información como todo respetado periodista.
El entorno era alocado pero el trabajo muy importante.Si se hubieran quedado en casa habrían más masacres y menos presión política, una manera mas de contribuir con las personas que clamaban el auxilio.

en 1993 decidió tomarse unas vacaciones hacia las regiones de Sudán, y en las que pocos días de llegar se topo con la triste escena: "La niña y el buitre" anonadado respondió como ya estaba programado con la frialdad profesional que había tenido que absorver. Se espero alrededor de 20min atrapar la mejor imagen y en espera de que el ave abra sus alas, para plasmar esa imagen y llegar a la -compasión- de toda la gente que en él permanecia necesesariamente adormecidad.
Realizadas las fotos y cansado de esperar su mejor ángulo,recogió sus cosas y se fue.

La foto fue ganadora de un premio pulitzer, pero el avasallamiento de la misma pregunta vaya donde vaya "Y después ¿ayudaste a la niña? " se convirtió en una tortura y pesadilla emocional,destruyendo totalmente su vida que le llevo a suicidarse.

Quién? sabe si fue por el reprimiento de años atrozes y sangrientos en los que tuvo que soportar, enterrar y programarse de "no sentimentalismo" para informar, que al llegar a este punto ¡exploto! cual cuerpo y persona no pudo soportar el peso de una conciencia humana..

Pero lo que si sabemos que en la foto no se llevo solamente la vida de la niña, sino que irónicamente también la del fotógrafo (Carter) pero en ese momento nadie estuvo para poder realizarla.