lunes, 20 de febrero de 2012

xv



He perdido más oportunidades que púas de guitarras juntas.
No he tenido suerte en formar una canción
que me eleve a la infalible calma,
esa calma para dormir a lado
suave, cercano como el aleteo
de un pájaro.
Y soltar ese suspiro profundo y sereno
como si el alma escapara desde dentro
para detener el péndulo un momento.
El mundo ya sin prisas, ni periodo de disculpas,
ni vagas miradas de consuelo
sin trompicones a carrera
ni llanto, ni desvelo
tampoco miedo
para abrir los brazos
abrir el pecho,
alzar el vuelo
y volar...
volar como una alma
loca que existe.

Pero no he tenido suerte
ni la letra, ni los acordes perfectos.
No hay aleteo tan fuerte
para abrir una ventana
o surcar el cielo
al compás de una música,
una música que solo evoca
al llanto, al miedo.
Y mientras algunos cantan,
volando con sus canciones.
Y otros olvidaron muy rápido
las que tuvieron.
Nosotros los muy pocos
intentamos crear una
pero cayendonos
duramente contra
el suelo.

John Martyn - Solid Air

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