domingo, 17 de octubre de 2010

Historias

Va de poesias y esas cosas..



Un día después de muchos años coincidí con una prima que está al otro lado del charco gracias a Internet. La alegría fue mutua al saber que aún seguíamos vivos e intentamos ponernos al día después de tantos años y de como había transcurridos nuestras vida de una manera casi desesperada aunque yo diría de ansiosa.
Y de ello solo pudimos contarnos lo más sobresaliente de nuestro día a día por que no se puede contar tantas cosas de tantos años. Mientras halábamos me contaba que estaba participando en una sesión de poética en un pequeño antro de Buenos Aires. Tal fue mi asombro y mi envidia que me provoco el no poder presenciarla en propias carnes. Y se lo hice saber aunque decidí callarme que escribía algunas cosas.

-Le pregunte sobre que sería su poema? intento escribir algo sobre la Felicidad pero no lo consigo. Me respondió

-Ay! la felicidad es aquella que te acostas con ella en un polvo tan intenso pero tan corto a la vez que te deja siempre y aveces hasta sin darte cuenta, dejando tu cama vacía y fría.

Exhaltada no sé si por las palabras espontáneas que le dije o por el símil con el sexo tan puritana ella. Eso es para vos la felicidad? me pregunta.

- Bueno sino la disfrutas al momento no esperes que haya más sexo mañana, le conteste sin dejar el símil sexual.

- Poético pero no logro asimilar lo del sexo. Respondía..

Le dije que yo podía ayudarla con algo que escribí hace tiempo aunque el tema no era sobre la felicidad. Sorprendida ella al saber que su primo perdido también escribía así que rápidamente desempolve uno que tenia guardado en algún rincón.

Lo único que me dijo fue. "Emocionante"


Nos despedimos sin saber si volveríamos a re-encontrarnos aunque le dije que esperaba alguna noticia sobre como le había ido..


Dos días mas tarde recibo una llamada a las 2 de la mañana interrumpiendo mi sensible sueño. Era ella! mi prima perdida. Tan emocionada que no podía o no sabía como darme las gracias tras haber ganado su concurso. Le dije contento yo también que no hacía falta que me las de, ya que solo era un pobre poema y que no le reste importancia a los suyos anteriores.

Le dije mientras me despedía para poder seguir durmiendo que disfrute de su alegría del momento, que eso era la FELICIDAD.

Y al colgar me quede pensando al menos sirvió para algo o alguien lo de escribir chorradas, mientras me fui girando lentamente para volver a conciliar el sueño.

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